jueves, 31 de mayo de 2012

REFLEXIÓN

De un tiempo a esta parte, me preocupan mucho los niños y niñas , ésta es la principal razón por las que trabajo con grupos de padres y madres, porque el mejor regalo que le podemos hacer a nuestros hijos e hijas es que nosotros y nosotras estemos bien, para transmitirles alegría, amor, paz, confianza...

Ellos y ellas son el futuro de la humanidad y ahí es donde debemos centrar nuestros esfuerzos.
No podemos ofrecer lo que no tenemos, por ello es esencial que nos trabajemos personalmente, entrenar nuestra capacidad de escucha, nuestra paciencia, asertividad, nuestra propia confianza..., en definitiva aprender a sentirnos de forma equilibrada para afrontar la infinidad de situaciones que nuestro hijos e hijas nos presentan cada día. No olvidemos que los padres, madres, maestros y maestras, antes que educadores somos personas.

Como en una ocasión le escuché a José Mª Toro, es imposible el cambio sin la reconstrucción del "sujeto que educa". La educación sólo transformará la cultura en la medida en que se hayan transformado sus educadores. Es necesario un nuevo contexto, un nuevo marco de referencia para los niños y niñas a partir de lo que va descubriendo, trabajando, incorporando y vivenciando cada padre o madre.

En en el taller que imparto "Vivir desde la alegría", dentro del Programa Municipal de Formación para madres y padres, el objetivo que persigo es proporcionar herramientas necesarias que nos ayuden a manejar nuestros pensamientos, nuestras actitudes, que nuestras vidas estén más cargadas de emociones positivas que nos aporten alegría, optimismo, serenidad y, sobre todo, amor en nuestro quehacer educativo.

Tengo la certeza de que este tipo de que este tipo de talleres son necesarios para el buen funcionamiento familiar, sobre todo en estos momentos que estamos viviendo en los que el optimismo brilla por su ausencia. Y yo me pregunto, ¿qué les estamos transmitiendo a nuestros niños y niñas?

A continuación, transcribo una frase de Lao-Tsé que resume de una forma muy clara mi reflexión.


"Pon en orden tu vida y tu vida mejorará.
Si tu vida mejora, influirás en tu familia.
La influencia que puedas tener en los otros comienza en tí y surge como un susurro."

Concha Crespo,
Pedagoga del Servicio Psicopedagógico Municipal.

1 comentario:

  1. ¡Hola Concha¡he leído el texto y después me e puesto a pensar,a reflexionar sobre el.durante dos años seguidos,he asistido a tu taller"vivir desde la alegría"la verdad es que los he disfrutado muchisimo y me han ayudado un montón.Ahora,leyendo este texto me acabo de dar cuenta de que me estabas enseñando a VIVIR,a disfrutar de las cosas sencillas de la vida,de lo que todos tenemos a mano pero que nadie valora ni aprecia.Cuando nosotros los padres empecemos a saber valorar estas cosas,podemos enseñar a nuestros hijos a ver la vida de una forma especial.te quiero dar las gracias por el maravilloso trabajo que realizas,que se que lo haces muy gustosa mente,,un beso muy fuerte.

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